Terapias no farmacológicas
Como información general en ningún caso la terapia no farmacológica puede sustituir a la farmacológica. El objetivo es ofrecer unas recomendaciones generales que, a través de hábitos de vida saludables, ofrezcan al paciente una calidad de vida aceptable y en algunos casos alivie el dolor.
Será el médico quien evalúe el estado del paciente y comunique o sugiera unas terapias complementarias a la terapia farmacológica.
1. Recomendaciones generales cuando la actividad de la enfermedad es leve
Pacientes que se encuentran en las fases iniciales, que tienen manifestaciones leves:
- Seguir una dieta sana.
- No fumar.
- Dormir un mínimo de ocho horas diarias.
- Realizar un ejercicio físico aeróbico moderado (30 minutos, tres veces por semana).
- Moderación en el consumo de bebidas alcohólicas.
- Evitar, en lo posible, las actividades laborales o de ocio que conlleven un esfuerzo físico demasiado intenso o sostenido.
Las recomendaciones son más específicas. Reposo y ejercicio individualizado según la intensidad de los síntomas y las zonas esqueléticas afectadas.Evitar la realización de tareas que requieren un esfuerzo físico intenso o continuo. Hay que evitar sobreesfuerzos en las articulaciones comprometidas.
3. El reposo
Ayuda a combatir el cansancio y la debilidad muscular, y contribuye a que las articulaciones trabajen menos. Se recomienda cuando hay una mayor actividad inflamatoria (incrementar el reposo y suspender el ejercicio físico, o por lo menos reducir su intensidad). Si disminuye la inflamación es recomendable, con matices, mantenerse activo e iniciar alguna actividad física de forma paulatina y bajo supervisión médica o del profesional.